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viernes, 2 de marzo de 2012

No al Capitalismo


El capitalismo americano conduce a una sociedad cerrada, porque integra dentro de ella una disciplina y unos valores propios que comprenden todas las dimensiones de la existencia. Lo negativo no se controla en los estados previos al desarrollo de la sociedad. Esto se domina y se convierte en un arma para manejar al pueblo. La fuerza del miedo es usada para esto. Esta es una herencia propia del absolutismo durante la antigüedad, que usaban castigos públicos para crear el temor en la población y que esta se comportara como el poder quería. Pero la democracia refleja estos valores mejor que los reyes absolutistas. Vemos en la actualidad como en países donde “reina” la democracia, o una libertad supuesta, portadas de revistas son censuradas, la gente se tiene que echar a las calles a luchar por sus derechos y son tratadas a golpe de porra y violencia por parte de las fuerzas policiales de los estados. Vemos como esta brutalidad lo que pretende es que con el miedo infundido en esas personas a través de estas acciones, dejen de realizarlas. Como en un país inmerso en una crisis, se permiten el lujo de organizar Juegos Olímpicos o demás derroches que no hacen otra cosa que agravar esta situación de malestar económico.
A través de la unión monetaria, se intentó dar un paso adelante en el desarrollo social y económico de la unión europea, pero esto no ha conseguido otra cosa que la debacle financiera de muchos países controlados por bancos e instituciones que mueven grandes cantidades de dinero, solo buscando el lucro.
Para poder salir de este sistema opresor, dice Marcuse, que el instinto de libertad tiene que ser una fuerza instintiva que nazca de los oprimidos, no algo que nos obliguen a hacer, pues seguiríamos bajo el yugo de otro opresor distinto que nos mueve a realizar dicha acción.
Hay que buscar líderes que se opongan a esas personas que reinan en la sociedad represiva. Tal es el caso de Julian Assange, una persona cansada de las mentiras de países, instituciones financieras, gobiernos, etc. Llevan años contándoles a sus ciudadanos y que con ellas se han ido creando una figura reforzada. Pero todo es mentira, tras esta fachada de que EEUU lucha por la búsqueda de la paz, se encuentran cientos de miles de asesinatos indiscriminados sobre civiles inocentes, bancos que tergiversan fondos, etc. La juventud es la esperanza de la liberación, ellos tienen que ser los que propongan los nuevos valores socialesy culturales para que podamos vivir en una paz armoniosa, pero carecen de poder material. Las personas que ostentan este poder son aquellos que ocupan puestos importantes, médicos, ingenieros, arquitectos, que no se preocupan por estas cuestiones, puesto que viven muy bien con el sistema tal y como es y un cambio podría empeorar su situación.
Por otra parte este autor define muy bien la actuación errónea del capitalismo, siendo esta ideología y movimiento ya a nivel mundial, un claro ejemplo de dominación por parte de los más poderosos. No da lugar a que el pueblo, aquellas personas, entidades  con menos recursos puedan salir delante de una forma firme. El capitalismo es una especie de barrera controlada por los sistemas financieros globales que se encarga de dirigirnos a su antojo.