Los grandes logros se gestan desde casa
El Betis está en deuda con su cantera. Sobre todo, en los últimos veinte años, cuando la gente de la casa ha dado el paso adelante y se ha convertido en protagonista de los grandes éxitos del equipo verdiblanco. En la temporada 89/90, diez futbolistas criados en las categorías inferiores heliopolitanas aportaron su granito de arena para llevar al equipo a una Primera división que había perdido el curso anterior. De ellos, Julio, Ureña, Chano y Zafra fueron prácticamente fijos en el once inicial, mientras que Márquez, Monsalvete, Antonio Fernando y Abel debutaron junto a los mayores.
Sin embargo, al año siguiente los del Villamarín volvieron a descender a Segunda. Así, se inició un periodo de tres campañas en la categoría de plata en el que se fraguó una de las temporadas más exitosas que se recuerdan por La Palmera. Ésta, estuvo capitaneada por ‘veteranos’ como Ureña o Márquez, a los que se sumaron jóvenes valores como Ángel Cuéllar, Roberto Ríos, Juan José Cañas y Juan Merino, quienes, en la 93/94, no sólo devolvieron al equipo a la élite del fútbol español, sino que también se plantaron en las semifinales de la Copa del Rey. Además, de la mano de Serra Ferrer, el equipo firmó una Liga espectacular, acabando tercero y clasificándose para jugar la Copa de la UEFA.
En la 96/97, aquella generación de ‘cachorros’ verdiblancos, reforzados con ‘cracks’ como Alfonso, Jarni o Finidi, se plantó en la final de la Copa del Rey, perdiendo el título en la prórroga ante el Barcelona. A partir de ahí, el equipo vivió una caída continua que desembocó en el descenso de la 99/00 y la irrupción de una nueva hornada que trajo más éxitos bajo el brazo. No obstante, aparecieron en escena Joaquín, Capi, Varela y Arzu, quienes junto a Ureña, Merino y Rivas, y la dupla Amato-Casas en la punta de ataque, lograron el ascenso y la consolidación en la máxima categoría.
Así, en la 04/05, los heliopolitanos se convirtieron en campeones de Copa y, además, lograron clasificarse por primera vez para la Champions League, dejando fuera al eterno rival. Sin embargo, ese fue el principio del fin, puesto que en apenas cuatro años llegó el descenso al final de la 08/09. Desde entonces, el vestuario anda buscando un rumbo que pareció encontrar en la primera vuelta, con un relevo generacional en el que los Beñat, Roqué, Ezequiel, Isidoro, Cañas e Israel asumieron galones y llegaron pegando muy fuerte. Ahora, en sus manos está volver a hacer lo mismo que sus predecesores y, de paso, paliar la deuda que el club tiene con su cantera.
Sin embargo, al año siguiente los del Villamarín volvieron a descender a Segunda. Así, se inició un periodo de tres campañas en la categoría de plata en el que se fraguó una de las temporadas más exitosas que se recuerdan por La Palmera. Ésta, estuvo capitaneada por ‘veteranos’ como Ureña o Márquez, a los que se sumaron jóvenes valores como Ángel Cuéllar, Roberto Ríos, Juan José Cañas y Juan Merino, quienes, en la 93/94, no sólo devolvieron al equipo a la élite del fútbol español, sino que también se plantaron en las semifinales de la Copa del Rey. Además, de la mano de Serra Ferrer, el equipo firmó una Liga espectacular, acabando tercero y clasificándose para jugar la Copa de la UEFA.
En la 96/97, aquella generación de ‘cachorros’ verdiblancos, reforzados con ‘cracks’ como Alfonso, Jarni o Finidi, se plantó en la final de la Copa del Rey, perdiendo el título en la prórroga ante el Barcelona. A partir de ahí, el equipo vivió una caída continua que desembocó en el descenso de la 99/00 y la irrupción de una nueva hornada que trajo más éxitos bajo el brazo. No obstante, aparecieron en escena Joaquín, Capi, Varela y Arzu, quienes junto a Ureña, Merino y Rivas, y la dupla Amato-Casas en la punta de ataque, lograron el ascenso y la consolidación en la máxima categoría.
Así, en la 04/05, los heliopolitanos se convirtieron en campeones de Copa y, además, lograron clasificarse por primera vez para la Champions League, dejando fuera al eterno rival. Sin embargo, ese fue el principio del fin, puesto que en apenas cuatro años llegó el descenso al final de la 08/09. Desde entonces, el vestuario anda buscando un rumbo que pareció encontrar en la primera vuelta, con un relevo generacional en el que los Beñat, Roqué, Ezequiel, Isidoro, Cañas e Israel asumieron galones y llegaron pegando muy fuerte. Ahora, en sus manos está volver a hacer lo mismo que sus predecesores y, de paso, paliar la deuda que el club tiene con su cantera.